
menos me dolían las venas,
más fuerte vibró mi risa
y menos eran mis penas.
Más fácil era ser libre
viviendo preso en mi engaño,
más fácil, también más triste;
menos hombre, más huraño.
Dejando atrás la mentira
por mandato del guión,
me vi desnudo a sus ojos,
me cepillé una canción
que hablaba de sueños rotos
y promesas por cumplir,
de lo absurdo y lo perdido
de olvidar pa sonreír.
Cuando murió la mentira
no había en las venas dolor,
ni bailaban las sonrisas
ni sequé penas al Sol.
Fue un camino pedregoso
el de jugar a perder,
era un juego doloroso
que al final logré vencer.
Ahora miro desde arriba
y me permito esbozar
la sonrisa del que esquiva
la muerte de soledad
2 comentarios:
Muy bien esquivador, muy bien...
Nene, cre que he encontrado el concurso perfecto para ti:
http://www.microrrelatosabogados.com/bases.htm
Besiño
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