sábado, 19 de junio de 2010

Andáte a la mierda

Querido yo:

He leído tus legados y me he dado cuenta de que me has cambiado. Ya no te peleas con el papel, ya no te desahogas en versos, directamente, ya ni te desahogas. Has perdido la fe en aquello que creías idílico, ya no crees ni en las ratas.

Me ha tocado la fibra sensible leer tus textos y escuchar tus canciones, ¿volverás algún dia?

Ya no te leo, ni te escucho, ni te veo. No quieres sentir, y eso me molesta. Ya no te dejas llevar como antes, ni improvisas tus finales, lo planificas todo de tal manera que no te haces daño.

Has perdido la espontaneidad de dejar al resto boquiabierto, has perdido la capacidad de mostrarte por dentro, permitías al enemigo que disparase si quisiese, donde quisiese y cuando quisiese, sabiendo que no iba a poder contigo ni aun así ,pero ahora ahora has cerrado el pecho a cal y canto, ahora me has cambiado.

Por lo menos sigues yendo de frente, eso es algo, aunque ya no vas tan deprisa, ya no vas al choque.

El músculo se vuelve callo y el callo impide latir. Te dijeron "no cambies nunca" y juraste no hacerlo, te dijeron "ámame siempre" y dejaste de hacerlo, te dijeron "tú vales" y dejaste, directamente dejaste.

Te dijeron tantas cosas... Prometiste tantas cosas... Yo solo quiero que vuelvas, no tan cordero, pero que vuelvas, ahora me dirás que si, que volverás, que me lo prometes.

Yo, sabiendo que me vas a engañar, te digo, antes de nada: "andáte a la mierda".